miércoles, 1 de diciembre de 2010

Un equipo sin bandera...

Anoche vivimos otro episodio de glorias y de lamentaciones. Acudimos a un teatro cuyos títeres eran los jugadores del Barcelona y… los otros. Y cuyos titiriteros eran Pep y Mou, cuyo objetivo individual era ofrecer el mejor espectáculo. Y lo cierto es que hubo un claro vencedor...

Hace tiempo que el Madrid ha dejado de ser quien era, ha ido vendiendo, poco a poco, su identidad y sus ideales, porque cuando se compra a un jugador o a un técnico no sólo se paga con dinero, hay veces que pagas con algo que te pertenece, algo muy íntimo y que se llama dignidad. Hay quienes prefieren trapichear con los colores del club con el fin de ganar títulos. ¿Qué ha sido de todos aquellos valores que refleja nuestro himno? ¿Dónde han quedado?

Parece que los jugadores se han calado de esa sed de victoria de su técnico, de esa autoexigencia pero también de esa prepotencia que le caracteriza y que, en mi opinión, no deja de ser una mera estrategia. Pero esto ellos no lo saben y pretenden aprender todo cuanto el entrenador les enseñe, son como los hijos que quieren parecerse a papá, es como el anuncio ese que dice: "Si tú lees, ellos leen". Pues aquí pasa lo mismo, "Si tú provocas al rival, ellos también" Y añadiría una pequeña coletilla: "…y hacen el ridículo".

La victoria del Barça no fue solo eso, porque hay partidos en los que un equipo gana a otro, partidos en los que un equipo pierde, incluso partidos en los que ambos pierden o ganan, pero lo de anoche fue distinto, no sólo ganó un Barcelona de ensueño sino que perdió un equipo de benjamines al que le dieron un clínic de fútbol.
Pero lo de menos es el aspecto técnico del partido, eso carece de importancia al presenciar escenas lamentables como la protagonizada por Ramos al final del partido. ¿Qué queda de ese honor y caballerosidad del que hacía gala el Madrid antaño?

De pequeño me hice del Madrid por dos cosas muy sencillas:
- Era el equipo de mi madre (las madres suelen influir bastante)
- Era un equipo con identidad propia que no cambiaba sus estandartes fuesen quienes fuesen sus jugadores.

Hemos pasado de ser un club al cual llegaban jugadores de todas partes que se adaptaban a las ideas internas del club a ser ese mismo club quien se acopla a los jugadores "estrella" que llegan a él. Y digo "estrella" porque uno puede ser muy bueno jugando pero ha de poseer ciertos valores que hacen de ese jugador el mejor del mundo. Hemos pasado de idolatrar a un caballero argentino y a otro francés a idolatrar a un niñato portugués. Las cosas han cambiado mucho y lo cierto es que a peor, tanto en lo futbolístico como en lo trascendental.

¿Qué mensaje queremos mandarle a todos aquellos que empiezan a conocer lo que es el fútbol? ¿De veras es este el Madrid que queremos defender?

Los papeles se han cambiado y a día de hoy el Barça es mucho más señor que el Madrid, y para arreglar esto habrá que volver a los orígenes, volver sobre nuestros pasos y emprender de nuevo el camino que nos mostraron Zizou y don Alfredo.
Y es que anoche no perdió el Madrid, ni siquiera ganó el Barça, anoche ganó el fútbol y ganó de goleada.

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